El origen de las
tejas pintadas en España viene del siglo XVI, con influencias en el arte mudéjar.
En España la mayor concentración de edificios con teja pintadas se encuentra en
Mallorca.
Se utilizaban para
decorar edificios por motivos religiosos, rituales, espirituales y estéticos.
Las tejas se decoraban con figuras geométricas, con figuras de animales,
motivos religiosos e incluso inscripciones.
Este tipo de
decoración continuó hasta el siglo XIX.
Nada tiene que ver
la forma de tratar las tejas decoradas de antes, con la que utilizamos nosotros
ahora. El proceso que normalmente se seguía
era el siguiente:
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Primero se sumergía la teja en una solución de
cal.
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Con la cal aún húmeda, se daba una capa de
pintura (técnica al fresco).
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Por último se decoraba con los distintos
motivos.
Otra técnica que se
utilizaba era bañar la teja en una solución arcillosa, quedando un color rojo
oscuro, posteriormente se decoraba.
En la actualidad, utilizamos
las tejas para decorar estancias de las
casas. La manera de decorar las tejas ha cambiado mucho, ahora se utiliza pasta
de papel para darle relieve y distintas técnicas de decoración como el craquelado, el decoupage o scrapbooking.
Y las pinturas que se utilizan son acrílicas.
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